Cada año, alrededor del 24 de agosto el municipio de Tejina se sumerge en una celebración que fusiona la devoción religiosa con la vitalidad festiva. La Fiesta de San Bartolomé, en honor al patrón de este pueblo del norte de la Isla, es una ocasión esperada y venerada que se distingue por su rica tradición y su carácter comunitario.
En el núcleo de esta festividad se encuentran los emblemáticos Corazones de Tejina, cuya presencia marca la esencia misma de la celebración. Estas estructuras, compuestas por dos coronas unidas por un eje central, son mucho más que meros adornos; representan la esencia misma de la cultura y la historia del pueblo.
La historia de los Corazones de Tejina se remonta a generaciones atrás, surgiendo como una manifestación de la fe y gratitud hacia San Bartolomé. A lo largo de los años, esta tradición ha evolucionado y se ha enriquecido, pero su significado fundamental permanece intacto: honrar y celebrar la protección y las bendiciones del santo sobre la comunidad y sus cosechas.
Las ofrendas de los Corazones de Tejina incluyen flores, frutas y ramas, y esta práctica de ofrecer dones a un santo es una tradición arraigada en la cultura canaria.